eus | cas
Árboles apadrinados: 55

Oinez Basoa 2024 - Sangüesa

Observación de aves en el Muladar de Aibar

El Muladar de AIbar es un espacio delimitado por el Departamento de Medioambiente para alimentar a las aves necrófagas.

Las siguientes especies son las más habituales en este espacio:

BUITRE LEONADO / Gyps fulvus

Puede llegar a los 10 Kg de peso, con una envergadura que supera los 2,5 m. Las plumas son de color ocre o canela en la mayor parte del cuerpo (dorso, zona ventral y mitad anterior de las alas), siendo este el motivo de su nombre común con el mote de «leonado». El pico ganchudo, típico de las rapaces, y especializado en desgarrar tejidos es pardo grisáceo en la base y amarillento pálido en los lados. Los tarsos y dedos son grises y grandes, aunque mucho más débiles que los de otras grandes rapaces, siendo las uñas cortas y romas. Esta circunstancia, a la que hay que añadir especialmente el gran peso y lentitud de estas aves, hace que sea prácticamente imposible que los buitres den caza o maten a otros animales, como sí hace el resto de las rapaces.

Las zonas habitadas por los buitres leonados suelen ser montañosas, aunque en el llano cualquier cantil vertical o extraplomado de más de 50 metros e inaccesible les sirve de buitrera o lugar de descanso. En la península ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año,p pero las poblaciones de otros lugares a veces emigran al sur para invernar y vuelven a sus lugares de origen para reproducirse.

Está especialmente adaptado para alimentarse de carroña: su potente vista localiza cualquier cadáver en las cercanías, y cuando desciende para alimentarse, introduce sin problemas su cabeza y largo cuello, provistos únicamente de un plumón corto en el que la sangre y la carne no se adhieren fácilmente.

Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que creen que ha llegado el momento de independizarse. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez.

Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países. En otros tiempos los ganaderos perseguían y mataban a los buitres por considerarlas aves de mal agüero, que amenazaban al ganado próximo a parir.

ALIMOCHE / Neophron percnopterus

Es el buitre con menor envergadura (sobre 150 cm). Los jóvenes son pardos, mientras que los adultos (a partir de los 5 años de edad) se caracterizan por su cabeza y patas amarillas, cuerpo blanco, alas blancas con extremos grises y negros y cola blanca y ancha. Vuelan normalmente en solitario, aunque a veces siguen a otros congéneres o incluso a buitres de otras especies y cuervos. Este buitre suele ser uno de los últimos animales en probar las carroñas de las que se alimenta. Cuando otras especies mayores ya han acabado con casi toda la carne, el alimoche acude para engullir las pocas pieles y restos de carne que quedan enganchados entre los huesos. También se alimenta de huevos, que rompe levantándolos con el pico y lanzándolos contra las rocas. Finalmente, ingiere excrementos de herbívoros para obtener carotenoides con los que obtienen ese color amarillo en las partes descubiertas de su cabeza con propósitos cosméticos o de apareamiento.

Anidan normalmente en abrigos situados sobre acantilados y valles recortados, donde ponen dos huevos entre marzo y abril en un nido forrado de pelos de animales. Transportan estos materiales con el pico, al contrario que el resto de buitres, que lo hacen sujetándolos con sus garras.

El uso intensivo de pesticidas puede reducir la puesta a un solo huevo, como ha ocurrido en varias zonas de España y Portugal donde hoy en día se encuentra en declive. Por otra parte, la colisión con aerogeneradores se encuentra entre las amenazas principales del alimoche común.

MILANO NEGRO / Milvus migrans

Una de las rapaces más abundantes de toda Europa, el milano negro, es también una de las más oportunistas y adaptables, ya sea a la hora de reproducirse como en el momento de procurarse alimento. De hábitos bastante gregarios y tendencias decididamente carroñeras, el milano negro es capaz de explotar las más diversas fuentes de alimentación, desde las explosiones de insectos o topillos, hasta los animales atropellados en la carretera, sin olvidar la ingente cantidad de recursos que le ofrecen muladares, basureros, granjas y mataderos.

En cuanto a su anatomía, destacan sus alas alargadas y cola ahorquillada. Es más pequeño que el milano real. El plumaje del joven es más claro y ostenta un patente moteado pálido en la zona ventral.

Se instala en una gran variedad de hábitats aunque prefieren áreas cercanas a masas de agua. En época reproductora está ligada a zonas arboladas donde situar el nido. Puede verse en solitario, pero también en grandes grupos tanto en migración como en zonas con abundante alimento.

MILANO REAL / Milvus milvus

El milano real tiene una longitud de 60 a 65 centímetros, una envergadura de alas de entre 140 y 170 centímetros y un peso que oscila desde los 900 gramos a los 1200 gramos. Su cola tiene una forma muy ahorquillada. Se diferencia fácilmente del milano negro, que es totalmente oscuro y tiene la cola menos ahorquillada.

Aunque tiene una capacidad predadora bastante limitada, su dieta es especialmente variada con tendencias marcadamente carroñeras.

Suele anidar en los árboles, donde confecciona un nido a base de ramas y hojas. La puesta consiste en un número que oscila desde un solo huevo hasta tres; tardarán en eclosionar unos treinta y cinco días aproximadamente. El macho suele reemplazar a la hembra en la incubación por pequeños periodos de tiempo, mientras ésta se alimenta.

Estas rapaces consolidan sus vínculos de pareja a comienzos de la primavera, para lo cual se entregan a un acrobático despliegue aéreo, caracterizado por continuas persecuciones y picados acompañados por numerosas manifestaciones sonoras.

Tras el cortejo, ambos miembros de la pareja proceden a la construcción o reparación del nido, que se sitúa, generalmente, en árboles de gran tamaño, sobre una horquilla o en una rama lateral, a considerable altura sobre el suelo. En el nido deposita la hembra de uno a cinco huevos de color blanco mate, moteados de pardo rojizo. La incubación, que corre a cargo de la hembra aunque el macho puede relevarla durante cortos periodos, dura 31 o 32 días y tiene lugar desde la puesta del primer huevo, lo que significa que los huevos eclosionan gradualmente con la consiguiente diferencia de tamaño entre hermanos.

URRACA COMÚN / Pica pica

Común y conspicuo, este ostentoso colilargo córvido es inconfundible. Sus sonoros parloteos son sonidos familiares en muchas zonas. Se encuentra en hábitats abiertos y semiabiertos, desde granjas y arboledas a ciudades y jardines. El voluminoso nido de palitos lo sitúa en árboles altos o setos. Su plumaje es característico, con vientre, dorso y manchas alares blancas. Las alas, muestran reflejos verdes y azulados.

Extremadamente inteligente, la urraca es hasta la fecha el único ave que ha demostrado ser capaz de reconocer su propia imagen frente a un espejo. Como todos los córvidos, manifiesta una notable capacidad para emitir gran variedad de vocalizaciones, mediante las cuales se comunica con sus congéneres. Normalmente es un ave ruidosa y gárrula, que lanza diferentes sonidos roncos y ásperos, aunque el más frecuente es un penetrante chac-chac-chac, muy habitual cuando se muestra alarmada o disputa algún alimento con otros ejemplares.

Volver